Alba Cromm cuenta varios meses de la vida de la protagonista homónima, una policía especializada en delitos tecnológicos que persigue a Nemo, un peligroso hacker pederasta. Para cazarlo utilizará todos sus recursos, incluido el de invitar al delincuente informático a participar en una delirante competición: la que busca obtener la recompensa que el multimillonario Lesmer ha ofrecido a quien logre pasar el escudo de inteligencia artificial de sus programas, configurado como un hombre virtual llamado Nautilus.
La novela está situada en un futuro inmediato y construida como un ejemplar de Upman, una revista ficticia de tendencias para hombres. Presenta una visión realista y muy oscura de las tecnologías de la comunicación, tanto digitales como analógicas.